¿El Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento, ¿son dos libros diferentes?

Muchas personas piensan que los judíos tienen un libro sagrado, y los cristianos otro diferente.

¡Eso no es verdad!

Otros dicen que los judíos tienen dos libros llamados “Tawrat” (esta palabra significa ‘Torá’, que es el conjunto de los cinco libros de Moisés) y “Zabur” (esta palabra significa “Psalmos”), y que los cristianos tienen un tercer libro que sobrepasa los primeros dos, y que se llama “El Evangelio” o “Injil” (esta palabra significa “Buenas Noticias”). Tales personas pueden llegar a decir que Dios ha dado inclusive un cuarto libro, que sobrepasa a su vez al Evangelio o Injil.

¡Bueno, esto no es lo que pasa en realidad! Dios ha dado ¡UN solo Libro! Este libro está compuesto por varias colecciones de libros, pero todos juntos conforman la infalible e inmutable (es decir, que no cambia) Palabra de Dios!

Los judíos dividen los escritos sagrados (los “Rollos”) del Antiguo Testamento en tres grupos o colecciones llamadas: La “Torá” (= los cinco libros de Moisés), el “Ketuvim” (= una cantidad de libros entre los cuales están los proverbios de Salomón, los Salmos de David y el libro de Job), y el “Nevi’im“ (= Los “Profetas”, una cantidad de profetas mayores y menores, cuyos nombres han sido puestos a sus libros). Estas son las Santas Escrituras Judías, y fueron reconocidas oficialmente como tales 400 años antes del nacimiento de Jesucristo por el Espíritu Santo a través de la virgen María.

Muchos judíos creyeron en Él, y todos los apóstoles de Jesús fueron judíos que creyeron en Él. Ya en los primeros meses después de que Jesucristo fuera llevado al cielo, miles de judíos, sólo en Jerusalén, creyeron en Él como el Mesías prometido. Estos judíos creyentes fueron esparcidos después de algún tiempo, debido a una terrible persecución. Esta persecución fue instigada por los líderes religiosos judíos del momento. Uno de ellos, Pablo, que lideró la persecución de los judíos cristianos, se convirtió al Cristo después de que Él se le apareciera de forma sobrenatural en el camino a Damasco. En ese momento Pablo fue llamado para predicar el evangelio de Jesucristo a todos los pueblos. Tanto Pablo como los otros apóstoles eran todos judíos que habían creído en Cristo como el Mesías prometido a su pueblo. Trabajaban juntos para difundir la noticia de que Jesucristo era el Mesías, el Ungido de Dios para salvar a su pueblo. Su pueblo está conformado por los que han creído en Él, de todas las tribus, naciones y pueblos (incluyendo los creyentes en Cristo de entre los judíos y todas sus tribus).

Pablo y otros apóstoles (además del médico Lucas, colaborador de Pablo, probablemente de nacionalidad griega) escribieron algunos libros más, inspirados por el Espíritu de Dios, los cuales fueron añadidos a las tres colecciones ya existentes de libros de los judíos. De esta manera se completaron las Sagradas Escrituras. Estos libros adicionales fueron los cuatro evangelios de Jesucristo, el libro de Hechos de los Apóstoles, una cantidad de epístolas (o cartas inspiradas, escritas por los apóstoles a las iglesias de aquellos días, y a algunos de sus colaboradores), y finalmente el libro del Apocalipsis. Este último fue escrito por el apóstol Juan, casi al final del primer siglo, y nos da una formidable revelación de las cosas que vendrán.

La cuarta colección de libros de las Sagradas Escrituras judías es también llamada El Evangelio, o el Nuevo Testamento. Al final del último libro de esta cuarta colección (Apocalipsis), encontramos estas palabras:

"“Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro. Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro.

El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve.

Amén; sí, ven, Señor Jesús.

La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén.”

(Apocalipsis 22:18-21)

Estas son las últimas palabras del Libro llamado LA BIBLIA, la cual empieza con las tres colecciones de libros judíos llamados Torá, Ketuvim y Nevi’im (lo que nosotros solemos llamar el ‘Antiguo Testamento’), y que finaliza con la cuarta colección judía de libros llamada el Evangelio (=‘Buenas Noticias’) de Jesucristo, a menudo llamadas ‘Nuevo Testamento’.

Así que hay UN solo LIBRO DE DIOS escrito, bajo la inspiración del Espíritu Santo, por varios colaboradores, todos judíos (excepto probablemente Lucas). Este Libro puede ser dividido (pero no deshecho) en el Antiguo y el Nuevo Testamento.